Ante el momento final de su vida
Jesús tuvo miedo,
en ese instante su humanidad se abrazó
para siempre a la nuestra.
Tus miedos, nuestros miedos, son recibidos
con
amoroso cariño por el Dios de la Vida
y en él, lo que nos paraliza se
transforma
en valentía para seguir
creciendo.
Cuando sientas miedo,
recordá que te dice:
“No tengas miedo Yo estoy con vos”
Pastoral Educativa San Felipe Benizi